lunes, 23 de noviembre de 2009

El vestidito negro

El vestidito negro engloba un concepto tan atractivo que ha llevado a generaciones de mujeres a usarlo. Un vestido que es lo suficientemente simple como para lucir natural y sumamente elegante como para destacar que la mujer que lo viste tiene buen gusto. Esto es lo que vuelve tan atractivo al vestido negro. A veces seductor y otras recatado, osado, modesto, elegante, formal e informal a la vez, es uno de los principales caballitos de batalla dentro del guardarropas femenino. Mujeres famosas muy diferentes lo han utilizado para cambiar su imagen, lo que las ha llevado a las portadas de las revistas más importantes donde se destacaba su elegancia y sensualidad.
Por supuesto que, no todo lo que sea negro tiene tanta carga sensual. El negro también sugiere una elegancia uniforme que trasciende la moda. El vestido negro se define por lo que no es, no se caracteriza por su suntuosidad, sino que más bien por su sencillez y a la vez le permite brillar a quien lo viste.Y no es poco que una prenda pueda provocar ese efecto.

Los poderes transformadores del negro son increíbles. Las revistas de moda lo han recomendado millones de veces para las gorditas, ya que es famoso por su efecto estilizador, pero además, el negro es un color cargado de simbolismos y debido a ello todas las siluetas lo eligen.
El negro es también llamado el color del pecado y de lo desconocido. Pero también es el color del ascetismo, lo visten tanto los beatos como los sabios: los curas, las monjas, los eruditos, los ermitaños. Todos tienen que vestir en elgún momento prendas negras independientemente de sus oficios o profesiones.

¿Pero quién inventó el vestido negro?

Ni un hombre, ni una mujer. El vestidito negro fue un producto de la necesidad. A medida que las vidas de las mujeres se volvieron más ajetreadas y que su nivel social dependía menos de exhibir la riqueza de los hombres con quienes estaban casadas, necesitaron ropa que tuviera estilo, pero que a la vez fuera lo suficientemente cómoda, que fuera elegante y versátil, práctica. El vestido negro reunia todos los requisitos.
Luego de la crisis de fines de los años 20 se necesitaba una presencia y elegancia modesta, las ropas ostentosas eran de mal gusto. El atuendo se transformó en austero y serio y el negro encajó perfecto en la atmosfera reinante.
Las décadas del 40 y 50 fueron los años de oro del vestidito negro. Toda mujer elegante tenía uno o dos en su guardarropas. En 1944 la revista VOGUE declaró " diez de cada diez mujeres tienen un vestido negro en su armario y diez de cada diez mujeres quieren tener dos vestidos negros ya que es esencial" "El negro se puede usar a cualquier hora, el negro se puede usar a cualquier edad, el negro se puede usar en cualquier ocasion. es esencial que cada mujer tenga un vestido negro en su guardarropas". Desde hace aproximadamente 80 años el vestido negro se instaló dentro del los armarios femeninos y parece que se va a quedar por siempre.

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